16 mayo 2017

TYA: #10anysdeGlasgow

Aunque la escribo un día más tarde porque la salud es lo que importa, no deja de ser entrañable ese recuerdo, el hecho de que mis TYA ya puedan verse en este blog y lo fresca que es la memoria en estos revivals.

La crónica oficial ya la teneis en este blog y le hecho referencia en twitter por culpa de este que ha aparecido por ahí. Como es habitual ninguna repercusión, que bien sabeis que poco me importan.

Y cosas que nunca dije o tal vez nunca escribí:

  • La matada de mi hermano buscando vuelos. El oficial era muy caro para pagar tres y creo que nunca más ha buscado en tantas web tantos vuelos y combinaciones. Yo era el afortunado que solo me pagaba mi billete...
  • Ese par de niños que decían que, aunque sabían que iban a llorar, querían estar allí. Si algún dia tienen mala castaña paterna, que se acuerden de esto.
  • Ese ñajo que tenía el carnet tan alto que se pensaba que no podría ir, y que lo dejaríamos en casa.
  • En mi empresa, los de al lado sí que sabían por donde andaba. Los de arriba de la capital me imaginaban en Mallorca. Sí, allí llegué por la casualidad de los vuelos una escala antes que mi familia llegara a Barcelona. De allí al Metro, y a una instalación nocturna que, tras toda la aventura desde las 5 de la mañana del miércoles a las 3 o 4 de la madrugada del viernes, lo de dormir pongamos que fue en una silla de aeropuerto y en los asientos de los aviones.
  • La aventura de conducir por la izquieda no es original, pero es toda una experiencia: la primera vez, por lo que descentra, la segunda, lloviendo y de noche 154 millas repartidas entre dos hermanos, por lo peligroso. Los enanos, atrás durmiendo, convencidos de que íbamos a un hotel. Tengo una foto no sé donde de los durmiendo tapados con una bandera del Espanyol. Algún día se la enmarco.
  • El curso de escoces cuando llegas a Glasgow y no sabes donde está el campo ni se atisba nada parecido. Lo único que entendimos de lo que dijo el hombre es su gesto con la mano que teníamos que dar la vuelta.
Y de las emociones?  Sabina ya lo dijo: buscádlas en otra canción.


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